Compartido por Escuela de Nutrición y Dietética, Universidad de Chile
Una de las categorías más populares de suplementos nutricionales es aquella conocida como los quemadores de grasa. Estos tienen una popularidad y gran demanda por parte de los consumidores la que se ve estimulada por la publicidad de los mismos, ofreciendo, entre otras eventuales ventajas, mejorías para la salud en rendimiento, pérdida de peso o una combinación de estas.
Una de las categorías más populares de suplementos nutricionales es aquella conocida como los quemadores de grasa. Estos tienen una popularidad y gran demanda por parte de los consumidores la que se ve estimulada por la publicidad de los mismos, ofreciendo, entre otras eventuales ventajas, mejorías para la salud en rendimiento, pérdida de peso o una combinación de estas.
El término quemadores de grasa se utiliza para describir suplementos que prometen incrementar de forma aguda (rápida) el metabolismo de las grasas, el gasto energético, alterar la absorción de grasas, aumentar la pérdida de peso, aumentar la oxidación de grasas durante el ejercicio, o de alguna forma causar adaptaciones a largo plazo que promuevan el metabolismo de las grasas (1). Estos suplementos contienen un número variado de ingredientes, para cada uno de los cuales se propone su propio mecanismo de acción para lograr alguno de los efectos mencionados anteriormente, los que son resumidos en la Tabla 1. A menudo se propone, además, el concepto de que la combinación de un número de estas sustancias tendría efectos sinérgicos, es decir, superiores al que se logra con su uso por separado individual.
Muchos de estos compuestos están presentes en forma natural en vegetales o derivados de alimentos y han sido examinados en estudios preliminares efectuados, principalmente, en animales en donde han mostrado tener efectos positivos. Este hecho es el que ha permitido el desarrollo de una gran industria de suplementos nutricionales. Sin embargo, ninguno cuenta con estudios en humanos que entregue la evidencia suficiente para respaldar su uso y efectividad en lo que se refiere a conseguir reducción significativa de la grasa corporal. La gran mayoría de los estudios combina el uso de alguno de los quemadores de grasa con dietas y actividad física y lo comparan con un placebo (un compuesto similar pero sin el compuesto activo estudiado). Estos estudios han mostrado resultados favorables luego del uso del suplemento, pero no han logrado determinar si el efecto es atribuible al suplemento estudiado o a la dieta o al ejercicio físico. Por esta razón, en las indicaciones de uso suele incluirse la recomendación de acompañar el uso del producto con alimentación saludable y actividad física regular, que es lo que sí se ha demostrado es efectivo para reducir el peso, grasa corporal y prevenir enfermedades asociadas al sobrepeso y obesidad (2).
Un aspecto importante en la publicidad es que dado que muchos de los compuestos incluidos en estos productos son de origen vegetal, esta característica es destacada en las etiquetas y rotulados y hacen que el consumidor los considere seguros o que no causan daño potencial. Sin embargo, existen diversos reportes de personas que han sufrido efectos adversos por ingestas de alguno de estos productos, particularmente cuando se usan en forma prolongada y sin supervisión profesional. Estos efectos adversos incluyen la deshidratación, deficiencia de algunos micronutrientes y han sido tan severos como para requerir trasplante de hígado (3). Otra condición no estudiada y pocas veces considerada por los consumidores es la interacción con fármacos que puede darse con algunos de los principios activos de los “quemadores de grasa”.
Por último, en el contexto de reglamentación a la que son sometidos en otros países, los quemadores de grasa están sujetos a regulación de fármacos, lo que obliga a la demostración de su efectividad, seguridad y mayor control tanto de las indicaciones y dosis de uso, así como de las condiciones de su venta. Es importante destacar que en la reglamentación chilena vigente, los llamados quemadores de grasa no están caracterizados como un grupo específico de productos, sino que responden al grupo de suplementos nutricionales y, dentro de ellos, muchos son catalogados como suplementos para deportistas, situación que no otorga la especificidad ni discrimina en la indicación de uso de los productos destinados a los deportistas de alto rendimiento.
Esto hace necesaria la educación a los consumidores de estos productos respecto de la poca efectividad y seguridad de estos productos, ya que constituyen muchos de ellos un riesgo para la salud y gastos innecesarios. Se debe reforzar las estrategias para que la población adopte estrategias de alimentación saludable y actividad física regular que son medidas eficientes y seguras en el largo plazo para el control de peso (4).
Referencias
1.- Jeukendrup AE, Randell R. Fat burners: nutrition supplements that increase fat metabolism. Obes Rev. 2011 Oct;12(10):841-51
2.- Slawson DL, Fitzgerald N, Morgan KT. Position of the Academy of Nutrition and Dietetics: the role of nutrition in health promotion and chronic disease prevention. J Acad Nutr Diet. 2013 Jul;113(7):9729.
3.- Yellapu RK, Mittal V, Grewal P, Fiel M, Schiano T Acute liver failure caused by 'fat burners' and dietary supplements: a case report and literature review. Can J Gastroenterol. 2011 Mar;25(3):157-60.
4.- Berkowitz RI, Kelley DE, Tomchee C, Hill JO, Kumanyika S.The Look AHEAD study: a description of the lifestyle intervention and the evidence supporting it. Look AHEAD Research Group, Wadden TA, West DS, Delahanty L, Jakicic J, Rejeski J, Williamson D, Obesity (Silver Spring). 2006 May;14(5):737-52
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